La desmesura

Detención de un hombre acusado de pertenecer a Sendero Luminoso ante la impotencia de su hija. Tras el autogolpe del 5 de abril, el gobierno de Alberto Fujimori promulgó una serie de decretos ley que permitieron las detenciones y juzgamientos arbitrarios. ABRIL 1994

ANTECEDENTES

A fines de los 80, la violencia armada tomó lugar en Lima con los constantes apagones, asesinatos selectivos y los “coche-bomba” en puntos de gran recurrencia pública. Fue entonces que el Estado tomó drásticas decisiones con el objetivo de eliminar los ataques. El ejército multiplicó los hombres en las calles de Lima. De igual manera, en los conos de la cuidad donde se habían concentrado gran parte de los habitantes de provincia que buscaban  evitar la violencia y ataques terroristas. Fue en estos sectores donde los miembros subversivos se infiltraron. Numerosas detenciones en diferentes puntos donde la mayoría de personas al final desaparecieron

JUSTIFICACIÓN

Ante la desesperación del Estado de detener los abusos, se llegaron a perpetrar injusticias ante los grupos más vulnerables. Con el esmero de cuidar a millones sacrificaron a cientos con un objetivo único: parar la crisis extrema. Las personas afectadas fueron disminuidas a anzuelos y los deshumanizaron sin tener presente los daños graves a sus familiares y las personas que dependían de ellos. El Estado violó los mínimos éticos de quienes confiaron estaban protegidos de alguna manera. El ejército ante la libertad que le otorgaron no supieron manejarla, puesto que  y se cegaron ante un objetivo a pesar que tenían la oportunidad de elegir y ser mucho más observadores ante los detalles para poder distinguir al inocente del culpable. Una vez más la desconfianza y  la desmesura cobraron penas y un hecho más que demuestra el funcionamiento de un sistema que no funciona debidamente.